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Cómo la automatización, los buques no tripulados, los camiones autónomos y el software avanzado afectarán el transporte y la logística entre las Américas en los próximos 5-10 años.
El escritorio del empleado promedio de las agencias de transporte no ha cambiado demasiado en los últimos 40 años. Es posible que se haya agregado una computadora o un teléfono más sofisticado en la década de 1990, pero pocos otros avances tecnológicos han llegado a este entorno.
Eso está a punto de cambiar. De hecho, las oficinas de las agencias de transporte de 2030 probablemente no se parecerán en nada a las actuales, ni se parecerán a las agencias en las que trabajaban los empleados hace solo 10 años.
Según Agustín López, Director del transporte entre las Américas de DB Schenker, los avances en la tecnología están comenzando a converger con las demandas de los clientes y creando un entorno más dinámico, interactivo y colaborativo para las organizaciones de logística y transporte. El impulso del cambio está formado por una combinación de empresas emergentes de tecnología que ponen su mira en la industria de la logística y la generación más joven de trabajadores que están ingresando al espacio.
«Los Millennials no quieren usar programas de software antiguos y trabajar con procesos obsoletos», dijo López, quien señala la nueva cosecha de plataformas digitales de transportes de carga como un ejemplo del impulso de la industria para ponerse al día con la tecnología.
«Estas compañías han creado sitios web visualmente atractivos y también ofrecen capacidades móviles», dijo López. Impulsadas en gran medida por los avances en el software de logística y transporte, estas y otras mejoras modernas están ayudando a crear una cadena de suministro integral más optimizada, ágil y predecible.
Mostrando el camino
Con su nueva plataforma digital Connect 4.0, DB Schenker ofrece a los transportistas altos niveles de visibilidad de la carga y proporciona indicadores clave de rendimiento (KPI, por sus siglas en inglés) que se pueden utilizar para impulsar mejoras continuas y mayores niveles de servicio al cliente. Su incorporación más reciente es Connect 4.0 para el transporte terrestre en Europa.
El proveedor de logística también está poniendo a prueba al primer camión automatizado para la entrega de carga, un desarrollo que López espera que crezca aún más en los próximos 5-10 años. «Este vehículo autónomo en este momento se conduce a 5-10 kilómetros por hora, durante la fase de prueba», explicó López. «Pero ya está entregando carga en las calles de Suecia».
A medida que el uso de vehículos automatizados continúe proliferando en Europa, esa «fiebre» seguramente se extenderá a las Américas, donde la escasez de mano de obra, el cambio demográfico y el hecho de que las personas ya no gravitan naturalmente a los trabajos de conducción de camiones están dificultando la vida para los transportistas y propietarios de flotas de transporte de la nación. En las economías desarrolladas, las personas menores de 40 años no tienen interés en convertirse conductores de camiones, una tendencia que provocará una escasez de conductores.
López ve que dentro de 20 años la tendencia de los camiones autónomos se trasladará a América Latina, donde se deberán abordar varios desafíos de infraestructura logística antes de que eso pueda suceder.
Buques no tripulados en el agua
Gracias a los innovadores fabricantes de automóviles, la idea de un vehículo autónomo ya no es tan descabellada para la persona promedio. ¿Pero qué hay de un barco que se maneje por si solo? También conocidos como «buques no tripulados», estos buques son el futuro del transporte marítimo, dijo López, quien espera ver a más de ellos mezclados en la cadena de suministro global en los próximos 10-15 años.
Un fabricante de automóviles de lujo ya ha demostrado la primera embarcación comercial operada a distancia del mundo y el ejército de los Estados Unidos probó un buque de guerra experimental y autónomo llamado Sea Hunter (El Cazador del Mar). Estos buques no tripulados podrían potencialmente reducir los costos de transporte, mejorar la eficiencia de la cadena de suministro y también mejorar la seguridad del océano.
Altamente automatizados, estos buques rastrearán el movimiento de carga a través de la cadena de suministro global, permitiendo así mayores niveles de visibilidad para los transportistas. «Este será un salto cuántico para la industria», dijo López, quien señala que un barco de 20,000 TEU (un buque «mega contenedor») es operado por una tripulación de 15 personas. Los buques no tripulados, por otro lado, serán manipulados a través de un centro de comando con 10 personas que puede manejar 50-100 naves a la vez.
Echando un vistazo a la bola de cristal
Ya probando camiones automatizados y utilizando un software de visibilidad avanzada, DB Schenker está a la vanguardia del uso de la tecnología de transporte entre las Américas. Próximamente, funcionará en conjunto con las compañías navieras del mundo para ayudar a crear una cadena de suministro más «conectada» que incluya buques no tripulados y puertos automatizados. Desde su posición privilegiada como Director del transporte entre las Américas, López y su equipo están ayudando a avanzar estas y otras innovaciones.
Estos avances eliminarán efectivamente las diversas «capas» de procesos que ahora tienen lugar entre puertos, compañías navieras, agentes de carga y proveedores de logística. Cuando los camiones automatizados están conectados con el software, por ejemplo, el resultado final es un proceso de comunicación más ágil para todos los interesados. También ayudará a crear cadenas de suministro más «predecibles», mediante las cuales las empresas podrán determinar qué va a pasar y responder en consecuencia antes de que los problemas pequeños se conviertan en problemas importantes.
«La cadena de suministro del futuro tendrá que ver con la conectividad y contar con información en tiempo real que los transportistas puedan usar y a la que puedan reaccionar», dijo López. «Eso, a su vez, creará altos niveles de optimización y la oportunidad de reducir errores mientras se ahorra dinero y horas de trabajo».